Dajika

San José, 11 de mayo de 2022. El siguiente diálogo transcurre a final de los años 90´s en la ciudad de San José.

– Yo estoy mandando helechos a una ciudad de Estados Unidos.

– ¿Y por qué solo helechos? Yo te puedo hacer flores y bouquets para vender en las floristerías y en los supermercados. ¿Cuándo las necesitas? Dame dos semanas para conseguir cajas y materiales.

“Salí corriendo y empezamos”, cuenta Katya Ulloa al recordar cómo terminó con su empresa envuelta en el mundo de las exportaciones. Es de las pocas veces en casi 20 años que se detiene a pensar en toda la historia que la llevó hasta donde está hoy.

El nombre de su empresa les hace honor a sus hijas: Daniela, Jimena y Katya (Dajika) y empezó como un negocio de decoración de casas y hoteles en la capital. Al inicio, un galerón en San José fue el espacio desde dónde se idearon las rutas de distribución de los pedidos, se empacaban y se cuidaban las flores que iban haciendo a Dajika una empresa cada vez más reconocida.

Para entonces, la totalidad de las flores que Katya usaba para sus arreglos las compraba a terceros. Hasta que llegó el día donde pudo comprar una finca en el Atlántico y alimentar cada vez más la semilla de la exportación.

“Toqué la puerta de PROCOMER a través de su programa Creando Exportadores. Empiezo con ellos a conocer mercados. Para ese momento ya había logrado comprar una finca, construir una planta empacadora y ya sé qué tengo que hacer: que las cajas, que las flores como se lavan…”, comenta ahora con un tono orgulloso.

Así, con un negocio más consolidado y con la oportunidad a la puerta de poder colocar sus productos en el exterior, Katya sobrelleva otro reto mayor: ser mujer en un mundo liderado por hombres.

“Hace muchos años en mercados internacionales te bajaban los precios cuando veían que era una mujer que llegaba a negociar y había que luchar contra eso y a nivel nacional también, entre hombres se hablaban. Es muy importante saber que podemos [nosotras las mujeres]”, sentencia.

Con eso en mente, hoy la empresa cuenta con un programa de responsabilidad empresarial que tiene por objetivo emplear a mujeres de la zona Atlántica, jefas de hogar, para empoderarlas a través del trabajo. Bajo esa iniciativa, la empresa emplea a más de 10 mujeres de la zona en sus procesos de producción.

Hoy, Flores Dajika S.A exporta a mercados como Estados Unidos, Canadá y Europa y es una de las 687 empresas que constituyen la comunidad licenciataria de la Marca País, Esencial Costa Rica. 

 

A continuación, un extracto de la conversación con Katya Ulloa, dueña de la compañía.

¿Cómo llega al negocio de las flores y la decoración de los hoteles?

Por una habilidad afín que tenía de la decoración. Siempre me había encantado y entonces empiezo a decorar con las flores tropicales. Ese era un negocio muy exclusivo en la época porque los hoteles, como el Grano de Oro que tuve como cliente por más de 20 años, era un hotel Boutique muy exclusivo y sus arreglos eran personalizados. Me reunía con las dueñas de las casas, por ejemplo, y empezábamos a crear lo que querían. En esa época no había tantas floristerías, entonces personalicé las flores para que cada cliente tuviera lo que necesitaba.

Yo iba donde ciertos agricultores – proveedores que tenían flores, una o dos veces por semana, se las compraba y las traía a San José donde tenía una especie de centro de distribución y ahí las flores se empacaban, se cuidaban de diferentes formas y se repartían a nivel nacional.

¿Cómo da el paso Dajika de convertirse en una empresa exportadora?

Dajika nace de la mano de PROCOMER. En aquella época [años 2000] PROCOMER hace su primer “Creando Exportadores” y participamos, yo siempre tenía esa cuestión metida de la exportación. Me meto al programa, lo hago, me matriculo, dura unos meses y se me siembra la semilla de la exportación. Entonces empiezo con ellos a conocer que lo puedo hacer, empiezo a ver mercados y así logro exportar.

“Para ese momento he logrado comprar una finca, construir una planta empacadora y ya sé qué tengo que hacer”.

¿Dónde está esa finca que menciona? ¿En el Atlántico?

Sí. El Atlántico tiene un clima especial porque es tropical húmedo, lo que significa que tienes un poco de sol y un poco de lluvia (antes del cambio climático). Es un clima ideal para la producción de las flores tropicales: sol en las mañanas, lluvia en las tardes.

“Las flores tropicales no son rosas, son los ginger, las heliconias… ¿Cómo se siembra? Igual que una plantación de banano, son matas gigantes que, en lugar de dar bananos, te dan flores”

Ustedes llegan a Estados Unidos primero, ¿Cómo empiezan a crecer a otros mercados?

Sí, empezamos con Estados Unidos, luego Canadá y un tiempo después Europa. Esto último nos dio una seguridad increíble porque agarramos el mercado italiano y vendemos montones; ese mercado se enamora de nosotros y tenemos un manager, por así decirlo, que se encarga de hacernos los pedidos desde allá y empezamos a hacer envíos a las diferentes ciudades.

¿Y cuándo, en medio de todo ese proceso, se entera de la Marca País esencial COSTA RICA?

Yo nunca dejo de estar de la mano de Procomer, vamos a BTM, a ferias y hacemos agendas de negocios y seguimos en todo el proceso. Cuando PROCOMER nos recomendó hacer este licenciamiento, al principio se veía complicado porque en el día a día uno está ocupadísimo y esto significa hacer un alto en el camino. Pero para estar en los mercados internacionales no podés no hacerlo, porque si tu competencia lo tiene a fuerza tienes que hacerlo.

“Yo me reúno con la gente de Marca País, ellos me explican, tomamos la decisión de empezar el proceso y te das cuenta de la importancia que tiene [la marca], porque los clientes cuando se sientan a negociar con vos tienen la seguridad y el respaldo de tu país a la hora de hacer negocios. Ellos sienten esa seguridad”

“Es también una experiencia bastante gratificante porque cuando te metes en este tipo de certificación te amplia la visión real de la empresa que tienes, que muchas veces no te has dado cuenta porque los has hecho innato”.

¿Lo consideran un proceso largo?

Eso depende de cada quién y del interés que cada uno le ponga y del tiempo. Sí hay que acomodar muchas cosas. Por ejemplo, nosotros no estábamos digitalizados, los inventarios se llevaban manualmente. Puedo decirte que demoramos unos ocho meses.

“Pero una cosa lindísima en esto es que todo el personal se involucra porque no lo puedes hacer solo y ahí te das cuenta de que, tienes valores, que la empresa tiene una misión y una visión pero que no se la has comunicado a los empleados. Entonces empezamos a hacer talleres con los empleados y les explicamos el proceso en el que estábamos y que queríamos hacerlo a conciencia. No solo para tener la licencia, sino porque queríamos que ellos también tuvieran beneficio de esto”

De todos esos valores que identifican en la Marca País, ¿cuál resalta más en el proceso?

Todos son importantes, pero por mi historia, nuestro valor más importante es el progreso social. Nosotros hacemos un programa de responsabilidad social con la mujer jefa de hogar para empoderarla a través del trabajo. El proceso de planta es un proceso muy artesanal, todo manual, aquí no hay máquinas que hacen los rollos de flores, sino que hay mujeres que tienen los diferentes componentes que llevan los ramos de flores y ellas los arman y se les da la oportunidad que en el proceso de innovación sean creativas. Son mujeres de la zona Atlántica, jefas de hogar, que han crecido grandemente.

¿Cómo Marca País ayuda a conseguir los objetivos que busca Dajika?

En realidad, lo más fuerte que hace Marca País es el respaldo internacional. El objetivo más fuerte es que en verdad tienes una compañía con todo este tipo de valores incorporados en su ADN. Hay muchísimos países que les interesa la sostenibilidad, otros el progreso social, entonces donde vos decís que tienes eso incorporado, los clientes a nivel internacional ven eso como un valor agregado importante.

¿A dónde ve a Dajika en el mediano y largo plazo?

Ya somos una compañía muy madura pero siempre tenemos mercados por conquistar. Nos quedan muchos sueños para Dajika. Tenemos un mercado grande que lo hemos visitado y que COVID nos frenó un poquito, pero para eso vamos. Ya tenemos los acercamientos, hemos tenido reuniones con clientes, pero va más lento. Yo creo que en 2023 vamos a poder estar en ese mercado que tanto queremos.

Nota: La entrevista sufrió cambios de edición en su contenido original con el único fin de mejorar su comprensión.

 

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